

Una pregunta que se hacen muchos padres es cómo detectar los problemas visuales en los niños.
Vamos a describir algunos hábitos que nos pueden indicar que nuestro hijo no ve correctamente:
- Se “pega” mucho a los libros, cuadernos, ordenadores o a la televisión.
- Adopta posturas “raras” de cabeza de forma mantenida. Se ayudan de estas posturas para enfocar mejor la imagen.
- Deja de prestar atención. No ver bien puede hacer que pierdan interés por las cosas ya que se cansan con el sobreesfuerzo que supone.
- El peque se cae mucho o no disfruta jugando. Existen muchos casos de problemas detectados porque se caen mucho al subir o bajar escaleras, porque son muy torpes en las clases de educación física o simplemente porque no quieren jugar con otros niños.
La torpeza puede deberse a que no ven bien y no son capaces de calcular las distancias correctamente lo que hace que se caigan o que no se sientan bien jugando porque se consideran a sí mismos “malos jugadores”
Estar atentos a estas señales es fundamental tanto para los padres como para los educadores. En la fase de aprendizaje y muy especialmente cuando los niños empiezan con la lectura y la escritura, sus avances pueden verse muy lentos por un problema de visión.
Acudir a un centro especializado nos ayudará a solucionar el problema controlando con revisiones periódicas la visión de toda la familia, aconsejándonos la mejor solución para cada caso.